Enfoque

La gestión del riesgo de desastres (GRD) se encuentra en el corazón del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres. También es un tema transversal en el Acuerdo de Paris sobre el Cambio Climático (artículo 8), la Nueva Agenda Urbana (capítulo sobre “desarrollo urbano ambientalmente sostenible y resiliente”) y la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible (objetivo 1/ fin de la pobreza, 9/ infraestructura resiliente, 11/ ciudades sostenibles, 13/ acción climática). Por lo tanto, todas las agendas importantes post- 2015 reconocen la importancia de la GRD y su implementación es un requerimiento aceptado a nivel global para todas las naciones.

Fomentar la coherencia práctica para la resiliencia

En el año 2015, la euforia que rodeaba el desarrollo de varias agendas globales no puso atención en un aspecto crucial: las agendas fueron negociadas por diferentes comunidades de especialistas con sus respectivas perspectivas de los problemas globales y, por ende, no están bien alineadas.
Esta limitada alineación requiere una cooperación no solo entre diferentes Ministerios, sino también entre unidades de gobiernos a nivel nacional y local. Al mismo tiempo, países deben reportar su progreso respecto de cada una de las agendas globales a nivel internacional. Especialmente durante la implementación de las agendas, los procesos de políticas internacionales no están haciendo suficiente uso de las sinergias, lo que genera duplicaciones y traslapos. Los diferentes mecanismos de financiamiento y soporte intensifican las ineficiencias.

La situación descrita anteriormente puede crear una significativa carga adicional: los costos de transacción aumentan debido al traslapo de responsabilidades y la duplicación en la recolección y el reporte de datos. Al mismo tiempo, los países incurren en costos exorbitantes de oportunidades cuando no consideran la GRD en sus planes y políticas nacionales de adaptación climática, desarrollo urbano y desarrollo económico y social. La segmentación de las agendas globales que se observa, por lo tanto, también tiene una influencia en los niveles nacionales y locales de gobernanza.

La IGGRD busca contrarrestar esta situación en la segunda etapa de su proyecto.



© GIZ / Ursula Meissner

Buenas prácticas

Los ejemplos nacionales y subnacionales de la coherencia exitosa de las agendas serán presentados en plataformas regionales, por ejemplo

  • en las reuniones anuales de la Red de Sistemas Nacionales de Inversión Pública (Red-SNIP)
  • en el Comité Consultivo Regional de Asia para la Gestión del Riesgo,
  • en eventos regionales de UNDRR, como la conferencia ministerial bienal para la reducción del riesgo de desastres en Asia y América Latina respectivamente.

Mediante el establecimiento de un Grupo de Prácticas de Coherencia en Asia y el desarrollo de una Guía para Inversiones Públicas Resilientes con ejemplos relevantes de América Latina y el Caribe, el tema de la coherencia será consolidado aún más en las regiones, con el apoyo de socios regionales.

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Trabajo Regional arrow_forward

Los ejemplos, provistos de un mandato regional, serán introducidos en conferencias internacionales relevantes y serán finalmente confirmados como recomendaciones regionales de coherencia: en la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) y el El Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible.